Argentina cada vez más complicada. Bajan los bonos soberanos, aumenta el reisgo país un 3.34% y la bolsa se vuelve a hundir un 2.51% La cosecha gruesa argentina se derrumba por los magros rindes esperados y tiemblan las exportaciones, ya que el 60% de ellas se originan desde la agroindustria. Encima, los precios internacionales bajan.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, reiteró el jueves que estaba dispuesta a tomar nuevas medidas para garantizar la seguridad de los depósitos bancarios de los estadounidenses, en un contexto de agitación en el sistema bancario del país.
La renta variable europea retrocedió el jueves, con los bancos a la cabeza de las caídas después de que el Banco de Inglaterra siguió los pasos de la Reserva Federal estadounidense y del Banco Nacional Suizo en elevar las tasas de interés, en un contexto de preocupación por un contagio bancario.
El maíz subía el jueves en Chicago, impulsado por otra venta a China, mientras que la soja bajaba por la continua presión de la cosecha brasileña, según los analistas.
La campaña de soja no para de dar malas noticias. A la fuerte pérdida de la cosecha por la sequía, ahora se sumó la caída del precio internacional y tocó el mínimo de los últimos 6 meses.
El mercado de soja amplía pérdidas por datos fundamentales. El mercado de soja está siendo presionado por una cosecha récord proyectada en Brasil (de 153 millones de toneladas) frente a las perspectivas de producción afectadas por la sequía en Argentina.
Argentina echará mano a las millonarias tenencias de bonos soberanos en manos de organismos del sector público para procurar estabilidad financiera y hacer frente a las exigentes metas comprometidas ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según lo establecido por el Gobierno en un decreto publicado este jueves en el Boletín Oficial, los organismos del sector público de Argentina deberán canjear los bonos soberanos en dólares de ley de Nueva York (unos 4.000 millones de dólares en bonos Global) que posean por otros títulos en pesos de ley local que emitirá el Tesoro.
Con estas operaciones con bonos en manos de organismos estatales -como la Administración Nacional de la Seguridad Social-, el Gobierno busca, por un lado, mejorar su complicado escenario fiscal, reduciendo la carga de vencimientos de los bonos Global y obteniendo fondos extra por la colocación de nuevos títulos en pesos entre esos mismos organismos.
Según cálculos de analistas del mercado, el Tesoro lograría una financiación adicional equivalente al 0,61 % del PBI, un dato no menor en vistas al mal resultado fiscal del primer bimestre del año, a los menores ingresos esperados por efecto de la sequía y a que este año, según las metas establecidas en el acuerdo firmado hace un año con el FMI, Argentina debe reducir su déficit fiscal primario al equivalente del 1,9 % del PIB, desde el 2,4 % del PIB en 2022.
Pero, además, con esta decisión, el Gobierno buscará frenar la reciente escalada en las cotizaciones alternativas del dólar mediante una mayor oferta de los bonos que los inversores utilizan para hacerse de la moneda estadounidense a través de mecanismos financieros, una alternativa que ha crecido ante las fuertes restricciones para comprar divisas en bancos y casas de cambio. Los denominados dólares CCL y MEP, que se obtienen comprando con pesos bonos y acciones y vendiéndolos luego en dólares, han escalado de valor en los últimos